me iba a salir otro poema, pero afortunadamente me sale esto.
recuerdo perfectamente cuando me dormían. como tan de pequeñito reconocía sus diferencias, ese olor lácteo, la suavidad del chal, los cuentos, la piel, las manos arrugadas que me acunaban. como solía fingir quedarme dormido para no defraudarlas o cómo me enternecía con sus ojos miopes o cómo partían el filete y se empeñaban en que creciera y en que viera mundo. el mundo este que ahora garabateo con la simple intención que me miren orgullosas desde algún lado impreciso.
hoy mi gorrión durmió en casa de ella. llegué a punto para darle el beso de buenas noches. estaba arrebujada entre las mantas. le dije mira quien viene a verte y de su bolsa saqué el gatito con el que duerme. lo agarró y lo metió feliz, feliz, nadie hoy en el mundo era tan feliz como ella. lo puso con ella entre las sábanas. estaba que se caía pero no dejaba de sonreir.
me acuerdo cuando de noche el mundo era sólo una necesidad de aparecer con pijama y en una cama caliente.
se caía de sueño pero no dejaba de sonreir y sonreir. qué bien se está aqui caliente, qué bien toda la noche por delante. en casa de mi abuela.
nos besamos y nos intercambiamos la frase que nos intercambiamos todas las noches. imprescindible. mi vocación es esa. ya os lo contaré otro día. mi única vocación ahora son tres simples palabras que dan sentido a casi todo ahora. tres palabras sencillas que han venido repitiendo los hombres y las mujeres de todas las edades y de todos los tiempos. tres palabras que consiguen que el mundo siga girando y que sigamos melancólicos pensando que esto un día tendrá que acabarse y que nos gusta, con todo, nos gusta mucho. y que no nos queremos ir. que no nos queremos ir. que pase lo que pase no nos iremos nunca y dejaremos un rastro imperfecto, pero de alguna forma nos quedaremos.
cuando habla de su otra abuela siempre se lleva el dedo a los labios y se pone seria.
y dice sshhhhh. y lo dice muy seria. tiene dos años pero parece una mujer al decirlo. humildemente seria. con la humildad que sólo tienen los niños y ciertos animales.
y me mira de frente.
y me dice.
está dormidita. no hagamos ruido. no la despiertes.
duerme.
está descansando.
amen. amen.
Meca, esto es lo mas bonito que he leido nunca.
ResponderEliminarSí, es medio impresionante.
ResponderEliminarEs tan agradable encontrarse con palabras que acarician el mundo de esa forma.
Felicitaciones o gracias o algo así.
Pues sí. Pues ojalá.
ResponderEliminarAbsolutamente entrañable
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