Abril

Arbeláez. Cundinamarca. Colombia.

14 de abril 2024

La evocación de lo impreciso.
La belleza de lo inexacto, la sólida contención que tiene lo débil.

Esta serena inestabilidad que tiene la pieza que no encaja,

                                                        el sonido que no debe,
                                                        el verso que no mide.

La necesidad de lo pequeño, lo que no tiene anclaje en grandes estructuras.
Lo periférico.
Lo anecdótico para las élites.
Lo roto. Los nadies.

Lo desechado y lo que no asciende a los altares del ruido, del tedio, de la pompa y de la gloria. 
Lo no entendido y lo apartado.

La evocación de lo impreciso.
De una mancha rompiendo la pared.
De una mañana en abril amaneciendo con el cuerpo roto
-la noche boca arriba-
tras contar que los asesinados han sido 443 desde el 2016.

En fin:
El barrio arrebolado que crece entre la serenidad y el vértigo. 
La ciudad quebrada 
"Aquellos pueblos que cuidaron nuestra tierra

ahora duermen en las calles"
El dorso de la mano con la que acariciamos en silencio.

Y así.
La más que ahora y nunca, estricta y firme,

necesaria necesidad
de los pueblos y de los cuerpos, 

           del vuestro 

y de éste tan cansado del mundo.