28 may 2025

Dios es un pelo (o viceversa)

 

Mi hija viene algunos días a Madrid.
La casa se llena esos días.
Es hermosa verla llegar
pero reconozco
que me quedo
bien triste y solo 
cuando se va.

Hoy dejó un pelo en la ducha. 
Un pelo largo,
de ese pelo largo
y bicolor
que tiene.

Lo miro ensimismado. 
Me deja galletas en la meseta,
salchichas en la nevera
y un pelo largo bicolor en la ducha.

Hace apenas unos años
no era nada.
Salió del vientre de su madre.
La tomé en brazos
y el cerebro,
mi paleocortex de reptil,
hizo click:

        (Y comprendí la estirpe 
        de cuerpos que somos 
        y entendí
        todas las historias del mundo)

Sé mucho ahora por ella.
Miro el mundo 
de la manera 
que ella lo mira.
Y aprehendo la ciudad 
como ella la aprehende.

Ese pelo largo es un milagro.
No lo es, lo sé.
La biología y la antropología
le darán otros nombres.
Pero ese pelo largo
es un milagro. 
Es Dios.



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