Aprendimos que el mundo está desordenado.
(Abre los ojos y mira.
Mira bien tú que ya te sabes todas las historias del mundo.
Abre los ojos tú que ya has escuchado todas las historias del mundo.
Abre los ojos y escribe todo).
Aprendimos que el mundo crece ríspido consumiendo los valles. Y que todo lo que sobra del mundo lo arrojamos a los arrabales, a los intersticios donde se acumulan todos los materiales posibles y donde gimen los colores y las formas y cenan en silencio todos los sentimientos del mundo.
Aprendimos que la belleza y el horror caben en un mismo plano.
Aprendimos que el mundo tiembla infinito y desordenado y que acumula ese desorden en los barrios que crecen sin pulso preciso, mencionando todos los olores posibles. Y que son los mismos de los diferentes lugares del mundo y que el relato es el mismo en esta ciudad, en Estambul, en Ciudad Juárez o en esa ciudad del norte del Reino Unido.
Aprendimos el mundo desordenado. Frío y desordenado.
Aprendimos de las mujeres y los hombres que de noche callada tratan de recomponer ese mundo desordenado con las manos largas de dedos y uñas quebradas de Guayasamín.
Aprendimos también que las mariposas que parecían estar apareándose en el suelo realmente se habían abrazado para morir juntas. Aprendimos que algunas mariposas mueren solas, pero que otras se abrazan entre sí antes de morir. Lo que quiere decir que saben que se están muriendo o que se ponen de acuerdo para morir juntas.
Aprendimos el ruido ronco que hace el pecho cuando da la vuelta el aire. Y las yemas ardiendo al tocar ciertas plantas. Y la luz transversa. Y el cielo por encima del cielo.
Aprendimos la inercia de los volcanes. Aprendimos el silencio y a no decir nada. Aprendimos a callarnos agarrando la mano cerrada en la espalda. A mirarlo todo de nuevo despacio antes de decir nada. Aprendimos a no dormir y a sacarle de la noche al sueño.
[Esa mañana en Quito, mirando las altas ventanas del mundo desde un balcón privilegiado, seguíamos haciéndonos la misma pregunta, treinta años después la misma pregunta: ¿cuál es nuestro lugar en el mundo?¿dónde queda la palabra cobarde y pusilánime?¿dónde queda el gesto vano con afán de posteridad? (aquel hombre, aquella mujer que adelantaron varios pasos rápido para no dejar de salir encuadrados en una foto)¿dónde están las razones del hambre y el miedo?¿dónde queda ahora la esperanza?¿qué hemos perdido treinta años después?¿qué hemos ganado treinta años después?¿cuál es nuestro lugar en el mundo?].
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